Cuando te dejas llevar por su inocencia, su candidez y su forma de ver el mundo...
resulta que descubres que con "sus gafas" el mundo se ve de otro color... y ese color es mucho más brillante, cálido y acogedor.
Además... no solo aparecen otras tonalidades de color... también te contagian su alegría y sus sonrisas.
¿Y tú...? ¿Te atreves a ponértelas?
Taller de actividades extraescolares